Vamos a abordar esta nota editorial de la revista Topía para terminar de analizar el DSM, la CIE e incorporar la Ley Nacional de Salud Mental a esta perspectiva crítica:
Por un pensamiento crítico en psicoanálisis y en salud mental
Luego trabajaremos la Ficha de cátedra N°4 y algunas pautas y consejos para la realización del Trabajo evaluativo grupal.
lunes, 26 de agosto de 2019
viernes, 23 de agosto de 2019
Agosto. Condado de Osage
Agosto. Condado de Osage on line
La histeria se articula alrededor de la pregunta
¿Qué es ser mujer?, interrogante en el que influyen decididamente los ideales
de la sociedad capitalista, patriarcal y racista, que adjudican a las mujeres
determinadas particularidades culturales, sociales, políticas, económicas y
subjetivas. En los casos de histeria, es la otra la que sabe cómo ser mujer,
porque representa o semblantea ciertas características que responden a ese
ideal. En el caso de la película, aparecen: la belleza de la juventud, el estar
casada con un hombre, ser heterosexual, maquillarse y/o arreglarse para los
hombres y la cordura. Como contrapartida, se establecen por oposición rasgos
negativos adjudicados a los personajes de las mujeres: la decrepitud de las “viejas”
y su imposibilidad de competir con las jóvenes por los hombres, el hecho de
estar separada (lo cual se adjudica negativamente a la mujer, por “no cumplir”
o “no hacer feliz” al varón), ser homosexual, estar “desarreglada” y la locura.
Violet, Barbara e Ivy expresan algunas de estas características que toman una
vertiente de sufrimiento, ya que imposibilitan el establecimiento de un lazo
con las otras y los otros y conllevan a la separación total como la única
salida al vínculo tortuoso. La decisión de irse o quedarse con la madre es
puesta en juego de forma constante.
Vemos al menos tres casos
de histeria en la madre y las hijas de la película, ubicadas en relación con el
otro como objeto de goce: las hijas son usadas o maltratadas por la madre. Asimismo,
la insatisfacción llevada al extremo de la queja y el padecer constante sobre
sus propias vidas y los vínculos con los otrxs aparece en todos los personajes.
En cuanto a las hijas, se observa una identificación por oposición: Barbara es
la hija amada e Ivy la degradada, esta última se ocupa de mantenerse en ese
lugar cumpliendo con las exigencias de su madre y solo encuentra como escape el
vínculo incestuoso con su primo/medio hermano. Vivir a través de la otra es una
constante, la identificación sustituye al encuentro con la otra mujer como par.
Por ello se observan dos tipos de vínculos predominantes: la competencia en la
que solo una puede ocupar el lugar vencedor, o la búsqueda de que la otra ocupe
su lugar (o su posición). A la vez, prima la decepción con relación a las
figuras masculinas, ubicadas como impotentes, desleales, narcisistas, de los
cuales no se puede tener “ninguna expectativa”. Sin embargo, se observa cómo
las mujeres en última instancia se someten a sus arbitrios, ya sea para
acatarlos o para repudiarlos, no hay salida propiamente femenina a las
problemáticas que se plantean. La única resolución que vemos es la cuestión del
cuidado de Violet, que queda a cargo de Johnna, la empleada doméstica aborigen
contratada por Beverly como su última decisión antes de morir. Aquí vemos una
intersección entre opresión de género y racismo, ante el trato despectivo hacia
su cuidadora por parte de Violet. Esta cuestión, si bien es problematizada en
la película, no deja de constituir una discriminación mediante el tono
humorístico al respecto. Algo similar sucede en cuanto al tratamiento del
veganismo.
Mejor imposible
Mejor imposible on line
Reseña de Jorge Luis Leiva: http://www.efbaires.com.ar/files/texts/TextoOnline_263.pdf
Reseña de Jorge Luis Leiva: http://www.efbaires.com.ar/files/texts/TextoOnline_263.pdf
Una mente brillante
Una mente brillante - online
Análisis de la película “Una mente
maravillosa”
En esta película, así como en la anterior, también
podemos ver el delirio psicótico desde la perspectiva de la realidad psíquica
del sujeto y desde la realidad social compartida, lo que nos permite vivenciar la creencia indubitable del protagonista con respecto a su construcción
delirante y las formas de justificar el descreimiento de los otros al respecto.
Al tratarse de un caso real, tal como en “Las horas”, y de un genio matemático,
podemos ver un delirio muy organizado y fundamentado.
Lo especialmente interesante del caso de John Nash
son los dos momentos en el desarrollo de su padecimiento, marcados por el
primer y segundo brote psicótico. En el primer momento surgen las alucinaciones
visuales y todo el argumento de su trabajo como espía. Su primera alucinación
es un amigo, que lo acepta tal cual es y compensa sus dificultades para
relacionarse con los otros. La segunda aparición es de otro orden, un personaje
muy lúgubre que ocupa el lugar de “jefe”, involucrándolo en tareas secretas y
peligrosas. La tercera alucinación es de índole tierna, ya que representa a la
sobrina de su amigo con quien se vincula desde el cuidado y la protección. El
personaje de Charles sustenta su percepción de signos que solo están destinados
a él o que solo él puede ver en diarios y revistas. Los mismos constituirían
mensajes secretos vinculados a la ubicación de una bomba que el gobierno ruso
haría explotar en USA. Vemos aquí cómo el delirio tiene un sustento en el
contexto de la extendida guerra fría, propio de la época y el lugar en el que vive Nash.
Los síntomas que observamos son: pérdida de la
realidad, alucinaciones, delirios de persecución, trabajo intelectual excesivo
sin fines reales, la automutilación (buscándose un implante), dificultad para
relacionarse con lxs otrxs (sobre todo con las mujeres) y afán de superioridad.
En este primer momento no hay conciencia de enfermedad, supone que el
psiquiatra es un ruso que lo capturó, y que su mujer le cree en su diagnóstico
de esquizofrenia. Aquí le prescriben una medicación con efectos secundarios que
Nash rechaza, tales como la dificultad para realizar trabajo intelectual y para
mantener relaciones sexuales con su mujer. También observamos la apatía por el
entorno y un empobrecimiento libidinal.
La reclusión en su hogar, sumado a estos efectos
nocivos de los psocofármacos, es el marco en el que se desarrolla una nueva construcción delirante
que se expresa como una continuación de la anterior. La salida de la misma
proviene de la realidad: su mujer considera inaceptable que haya dejado a su
bebé en la bañera a punto de ahogarse (al cuidado de su amigo alucinado), y que
haya tenido una reacción violenta cuando ella llamó al psiquiatra por teléfono.
Pero aquí, en la situación límite que implica la partida de su mujer y a su
hijo, John alcanza una comprensión de su construcción delirante: mediante el
razonamiento observa que la niña que alucina no ha crecido a lo largo de los
años. Podemos animarnos a interpretar aquí que John se esforzó por conservar el
lazo con la realidad y sus vínculos reales por sobre su construcción
alucinatoria, y este fue el primer indicio de una posibilidad real de
estabilización.
La estabilización en la psicosis es una búsqueda
clínica que no siempre llega a puerto, pero este caso demuestra que es una
posibilidad real de bienestar y lazo social para el psicótico. La prescindencia
de los psicofármacos en primer lugar, la vuelta a la universidad, el reemplazo
por otra medicación “más efectiva” (en la película no sabemos cuál es), son las coordenadas terapéuticas de su vida luego de este segunda crisis. Su
lucha conciente y continua por ignorar las alucinaciones que continuaron
durante toda su vida y por aferrarse a la realidad compartida, es tanto o más
loable que sus desarrollos académicos, que lo llevaron a ganar un premio
nobel.
Las horas
Las Horas - online
Esta
película narra la intersección de tres historias sobre tres mujeres, en tres
épocas distintas. Una historia es real, la de la escritora Virginia Woolf que transcurre
en los años 20. La segunda y la tercera están basadas en un libro de esta
escritora, titulado “La señora Dalloway”.
Las horas
está basada en el libro de Michael Cunningham, cuyo argumento es el nexo de
unión de la historia de Virginia Woolf con su enfermedad psíquica (psicosis
maníaco-depresiva); la historia de Laura Brown, una ama de casa que vive
desolada y sin sentido de la Norteamérica de después de la segunda guerra
mundial, y posiblemente aquejada de una depresión profunda; y finalmente de Clarissa
Vaughan, una mujer situada en nuestros tiempos y que vive refugiada en la
enfermedad de Richard Brown – su amor platónico de juventud -, un poeta y
escritor que padece SIDA a quien se esfuerza por cuidar.
El libro
“La Señora Dalloway” (cuyo nombre de pila es Clarissa) trata sobre un ama de
casa de entreguerras que está organizando una fiesta. El argumento transcurre
en un solo día. En general, sus temáticas rondan al feminismo, la bisexualidad,
la política, la medicina y la locura, una crítica aguda a la sociedad entre
guerras y a la época victoriana en general, al rol asignado a las mujeres como
el proverbial "Angel en la Casa" y la represión sexual y económica
consecuente. Durante la fiesta que realiza la protagonista, un joven que
regresó de la guerra perturbado culmina suicidándose al arrojarse de una
ventana, tal como lo hace Richard (el poeta del cual Clarissa está enamorada).
En Las
horas esta historia es reactualizada por Laura Brown, que se va de su casa y
abandona a sus dos hijxs, y por Clarissa Vaughan, mujer enamorada del hijo de
Laura Brown desde su adolescencia. Este hombre la dejó y luego mantuvo un
vínculo homosexual durante años. Hasta los últimos momentos de su vida sufrió
el abandono de su madre y un fuerte rencor contra ella. Laura Brown aparece
luego del suicidio de su hijo y cuenta a Clarissa, su pareja y su hija el
motivo del abandono: la vida como madre/ ama de casa, cumpliendo con el papel
adjudicado socialmente a la mujer, la había sumido en una depresión profunda.
Luego de intentar infructuosamente suicidarse, decidió marcharse y abandonar a
su familia para vivir una vida independiente.
Esta
resolución no era la que Virginia Woolf había ideado inicialmente para su libro,
ya que en principio el suicidio sería un acto cometido por su “heroína”, como
forma de salir de la situación que la apenaba. Podríamos pensar que este cambio
en su destino fue un intento de la propia Virginia por continuar enlazada a la
vida, y también una expresión de su constante lucha contra la consumación de su
suicidio, lo cual efectuó en 1941. Esto se muestra en la escena inicial de la
película, junto con la carta que dejó a su marido antes de ahogarse en un lago.
Podemos ver en ella los autorreproches y autorebajamiento del yo. A su vez, la
conciencia del empeoramiento de su enfermedad, la dificultad para recuperarse
que señala y las alucinaciones auditivas o “voces” que la torturaban. La
inapetencia y/o rechazo a los alimentos también es otro síntoma que se enmarca
en su padecimiento.
Virginia padeció varios
brotes que desencadenaron en intentos de suicidio a lo largo de su vida. Los
primeros ocurrieron tras el fallecimiento de su madre, su hermana y luego su
padre. A la vez, biógrafos señalan que tanto ella como su hermana fueron abusadas
por sus medio hermanos, lo cual también se vinculaba con los estallidos de las
crisis.
A la folie... pas du tout
Análisis
de la película: A la folie… pas du tout:
Fue el
reconocido psiquiatra Clerambault quien le adjudicó el nombre “erotomanía” al
delirio paranoico basado en la premisa del amor del otro hacia el/la sujeto
paranoicx. Este médico precisó también que el “delirio de amor” iba más allá
del amor romántico, ubicando la presencia de lo sexual en el delirio y también
la inmensa actividad del sujeto erotómano.
De acuerdo
al análisis de la película A la folie… pas du tout (traducida al castellano
como “Loca de amor” o “Solo te tengo a ti”) realizado por Patricia Pena:
“El
postulado fundamental presente en la erotomanía es: ‘El me ama’. Todas las
convicciones del sujeto erotómano tienen su origen en las deducciones que de él
se obtienen. Los sentimientos generados por el mismo son Orgullo, Deseo,
Esperanza. Esta película admite una lectura lacaniana, desde el modo de
abordaje del cuadro, develando paso a paso los elementos que se deducen del
postulado erotómano, que dejan en evidencia la sujeción del sujeto a ese
fenómeno y permiten leerlo como nos advierte J.Lacan en su tesis de doctorado
como una proposición, tomada como un “principio sin demostración”. Así también permite
ubicar las coordenadas del desencadenamiento: la protagonista en el marco de
haber ganado una beca y una subvención para sus estudios, recibe de un
desconocido una rosa (iniciativa del Otro) y se desencadena la psicosis. Ya
este simple acto es leído desde la lógica implacable del postulado, se podrá
seguir su construcción delirante y la serie de pasos que van desde la
esperanza, pasando por el despecho y concluyendo con el rencor”[1]
Del postulado de delirio “El (o ella) me ama”,
concebido como una certeza profunda e incuestionable, se desprenden toda una
serie de subpostulados que actúan a modo de comprobación, evidencia y
fortalecimiento de la proposición inicial, y muchos de ellos se comprueban en
la película, como por ejemplo:
-El otro es quien ha comenzado.
-El otro es concebido como poseedor de un rango
superior al del sujeto, ya sea cultural, social o económico.
-Aunque esté en pareja, aquella unión carece de
valor, y el verdadero amor es el sujeto paranoico
-Hay una vigilancia continua del otro
-Cualquier conducta del mismo, ya sea
indiferencia, rechazo, simpatía, es leída como signo de amor.
La película tiene como mérito expresar con
claridad la perspectiva del delirio por parte de la sujeto, para luego mostrar
esa realidad psíquica en contraste con la realidad social compartida.
Observamos que la entrega fortuita de una rosa por parte del médico amado, en
el marco de que el se anoticia de que va a ser padre, actuó como desencadenante
del delirio. A medida que transcurre el film podemos observar el paulatino
retiro de la libido de los objetos de la realidad y su progresivo centramiento
en el amor del médico: Angelique descuida su trabajo, no realiza las pinturas
requeridas por la beca que obtuvo, descuida amistades y también la limpieza y
el cuidado de las plantas y la casa de la vecina de Jean-Luc, donde ella se
alojaba mientras la mujer estaba de viaje. Observamos que su pasión por el arte
se vinculaba con su padre, quien compartía esta afinidad.
Cabe destacar que en un punto importante la
película no puede tomarse como ejemplo de la generalidad de los casos de
paranoia: no es frecuente que los psicóticos lleguen a actos de asesinato a
causa de su delirio. Otra crítica refiere a la reacción de violencia por parte
del médico hacia la paciente acusada por él en un primer momento, no solo por
el ejercicio de violencia de género sino también de abuso por parte de su
posición como médico. También, en varias escenas maltrata a su secretaria,
llegando a despedirla.
Finalmente, el desenlace
de la película muestra una crítica hacia la atención psiquiátrica, tanto por el
error diagnóstico que supone la “curación” de Angelique como la inutilidad para
ella del tratamiento con psicofármacos.
El día que me amen
Análisis de la película: El día que me amen
En esta película se ponen en juego tanto la carencia
materna como la paterna en lo que hace a la constitución de la fobia. Vemos la
instauración de la fobia en Joaquín a los veintitantos años, que se manifiesta
como una reclusión en el hogar, y en particular en su habitación. Se observa
claramente la huida de la realidad típica de las neurosis, en contraposición a
la creación de una realidad nueva como ocurre en la neurosis. El caso se
configura como de gravedad, dada la imposibilidad de “estar” en el mundo
exterior al del hogar. Esto se observa cuando se escapa su perro, objeto
“contrafóbico”, al cual a duras penas Joaquín puede seguir y entra en shock en
este acto.
El abandono de la madre -la cual por lo que
muestra la película padecía una enfermedad mental y por eso se marcha del hogar
intempestivamente- se conjugó con un padre indulgente, permisivo, que por lo
que muestra la película priorizó su lazo con otra mujer al ejercicio de la
función paterna. Se observa que en su niñez logró salir del encierro y realizó
estudios primarios, secundarios y universitarios. Pero luego, la partida al
exterior de su vecina-par de toda la vida, con quien tenía una relación de
amistad y amor a la vez, vuelve a desencadenar la reclusión y la fobia. En el
transcurso de la historia podemos ver que este hecho cobró sentido en relación
al abandono de su madre, y es este punto en el cual Joaquín quedó entrampado en
su vínculo con el Otro, lxs otrxs, y la realidad. Vemos como se aplica el
esquema lógico del “Après coup” lacaniano, por el cual un significante cobra
sentido a posteriori y/o en sentido retroactivo, de acuerdo a las leyes de
anticipación y retroacción.
El abandono de la madre es leído por Joaquín como
una caída como objeto fálico de la madre, remitiendo al primer tiempo del
Edipo. La certeza de no ser ese objeto a partir del abandono se expresó como un
“no estar” en el mundo, como un “no estar” en ningun otrx. Por otra parte, la
carencia de la función paterna ejercida por el padre, que minimizó esta
reclusión y permitió que se desarrollara, actuó como una segunda fuerza
significante en la estructura de la fobia. Aquí nos referimos a una carencia de
la Ley que implica estar en la cultura, estar afuera del hogar, estar con lxs
otrxs. Durante la niñez, este imperativo no se constituyó del todo, por lo que
luego dio pie a su reinstauración en la juventud.
La película comienza con la vuelta de su vecina a
la casa de su madre, y observamos aquí una progresión en la reactualización del
vínculo entre ambos jóvenes. Primeramente, ella logra entrar en su habitación,
luego se ven en el living de su casa y la vereda. Finalmente, consigue “hacerlo
salir” fuera de su casa. En la escena en la que están a punto de tener
relaciones sexuales vuelve a manifestarse la imposibilidad de Joaquín, y es un
primer paso para su decisión de “curarse” de la fobia.
En este punto, vemos que
Joaquín acepta el tratamiento propuesto por su terapeuta. Aquí podemos realizar
una crítica a la película en cuanto al rol excesivamente directivo por parte
del terapeuta, que insistentemente da órdenes a Joaquín y contraría así la
asunción como sujeto de su deseo y de su curación. Vemos que un cambio en el
contexto exterior y la reaparición de una figura amada en la infancia fue lo
fundamental para el tratamiento, cuestión que no siempre sucede o podemos
esperar en los casos tratados. A su vez, la internación y los psicofármacos
expresan una perspectiva manicomializante, basada en la reclusión y en el saber
puesto del lado de la figura del médico.
miércoles, 21 de agosto de 2019
FICHA DE CÁTEDRA Nº4: ESTRUCTURAS CLÍNICAS Y FORMAS DE PRESENTACIÓN
FICHA DE CÁTEDRA Nº4:
ESTRUCTURAS CLÍNICAS Y FORMAS DE PRESENTACIÓN: puntualizaciones
acerca de la histeria, la neurosis obsesiva, la fobia, la paranoia, la psicosis
maníaco-depresiva y la esquizofrenia, desde el psicoanálisis.
A continuación, veremos en forma
muy sintética las principales características de las formas de Neurosis y
Psicosis según el psicoanálisis. Las mismas serán profundizadas mediante la
realización de un trabajo práctico a partir de films sobre cada una de ellas, y
su posterior exposición y debate en clase.
Histeria:
La
histeria se estructura en relación con la pregunta ¿qué es ser mujer?, que se
articula no solo con respecto a “las otras” mujeres sino también a la
identificación viril. A partir de esa pregunta la histérica construye un deseo
incumplido o insatisfecho. En cuanto a sus mecanismos de formación de los
síntomas, predomina la represión de fantasías inconcientes vinculadas a la
sexualidad infantil (amor, decepción y deseo sexual hacia la madre; y amor,
deseo sexual e impotencia en relación con el padre). Este mecanismo se conjuga
con la conversión, que traslada al cuerpo el afecto propio de las
representaciones reprimidas. La identificación con lxs otrxs -en particular con
“la otra” mujer y con lo que se capta de su deseo- es uno de los rasgos que
predominan entre las manifestaciones de esta forma de la neurosis. A su vez, esta
identificación se expresa en la puesta en juego del deseo de la histérica: ubicarse
como objeto del deseo (o del goce) del Otrx es lo que regula la insatisfacción
de este deseo. La teatralidad o pantomima frecuente en la histeria es propia de
este “darse a mirar” con el fin de captar algo del deseo del otrx para cumplir
ese papel. Al mismo tiempo, la propia ubicación como sujetx deseante se conjuga
con una demanda de amor hacia el otrx.
***
Neurosis obsesiva:
La
neurosis obsesiva se estructura en relación con la pregunta ¿qué es la muerte?
A partir de esa pregunta el neurótico obsesivo construye un deseo imposible.
Por eso se observa una preminencia de la duda y la procastinación para evitar
los actos que implicarían para el sujeto la puesta en juego de algo del orden
del deseo, porque el mismo se vincula con la idea de muerte. Las expresiones
sintomatológicas se nuclean fundamentalmente en la esfera del pensamiento
(ideas obsesivas, rumia mental) pero también en acciones obsesivas y rituales
que el sujeto cree que debe llevar a cabo porque, de lo contrario, “algo
terrible sucederá”. Por ello, surgen una gran cantidad de inhibiciones que el
neurótico obsesivo debe imponerse. Hay un predominio de rasgos de carácter
vinculados al erotismo anal, referidos al orden, la limpieza y sus contrarios
(desorden, suciedad). El vínculo con el objeto comporta una ambivalencia
(amor-odio) y son comunes “formaciones reactivas” que consisten en transformar
la expresión del afecto en su contrario. El superyó plantea elevadas exigencias
hacia el yo, que oscila entre el acatamiento y la rebelión contra las mismas.
***
Fobia:
La fobia es una forma de
presentación de la neurosis caracterizada por la expresión súbita de una
angustia que no tiene un objeto preciso y definido, que irrumpe en el sujeto.
Una moción pulsional inaceptable se sustituyó por otra representación, que
transforma esa angustia inespecífica en una fobia hacia un objeto determinado y
puntual. En este objeto, el fóbico desplaza la angustia. En otras palabras, el Yo
emprende una huida para que la representación que provoca la angustia no
irrumpa en la conciencia. La consecuencia de esta huida son las evitaciones,
renuncias y prohibiciones propias de la expresión de las fobias. Así, el
peligro pulsional es proyectado hacia afuera, y el yo se comporta como si el
peligro del desarrollo de la angustia no lo amenazase desde una moción
pulsional, sino desde una percepción y objeto externos, que puede evitar
alejándose de ellos.
La
angustia en la fobia remite a dos vertientes: por un lado, a la imposibilidad
de ubicarse como objeto de deseo de la madre, es decir, como el falo imaginario
de la madre. Esta vertiente se liga con la carencia de la “función materna” de
cuidados y protección. Por otra parte, una segunda vertiente se enlaza con la
imposibilidad de salir de esta posición, ligado a una carencia de la función
del padre que pone un corte y establece la separación entre madre, niño, y
falo.
***
Paranoia:
La paranoia se caracteriza por
las formaciones delirantes, cuya elaboración por parte del sujeto producen una
“alteración del yo”. El mecanismo propio de la paranoia es la proyección: las
mociones pulsionales y los reproches del superyó son expulsados hacia el afuera
y retornan hacia el sujeto bajo la forma de pensamientos alucinatorios
enunciados en voz alta.
Freud postula que la paranoia
implicaría un avance de la corriente autoerótica. En el desarrollo libidinal,
la libido que primeramente es autoerótica, pasa por un estadio posterior de
Narcisismo y luego a la fase de elección de objeto fuera de sí mismo. El punto
débil del desarrollo libidinal de los paranoicos ha de buscarse en el tramo
entre autoerotismo y narcisismo, situando en el narcisismo la predisposición
patológica por fijación de la paranoia. De aquí que ocurre un desasimiento de
la libido de las personas y cosas antes amadas, todo se le vuelve indiferente.
El paranoico luego intenta reestablecer este vínculo a partir de la
reconstrucción de un nuevo mundo desde su delirio.
Según Freud, el carácter
paranoico es la expresión de la manera de defenderse de una fantasía de deseo
homosexual inconsciente, frente a este avance de libido homosexual se reacciona
con un delirio de persecución. La defensa contra un deseo homosexual se
estructura en relación a una frase primera, en la cual se plantea un “Yo la amo
(si el sujeto se autopercibe como mujer)” o “Yo lo amo (si el sujeto se
autopercibe como varón). Frente a esta forma lingüística se proponen cuatro
formas de contradicción y cuatro tipos de delirios, ejemplificamos para el caso
de las mujeres:
-Delirio de persecución: Yo
no la amo porque ella me persigue. La perseguidora es la
anteriormente amada.
-Erotomanía: Yo no la
amo, yo lo amo a él porque él me ama. Son depositarios de un amor
que viene desde afuera.
-Delirio de celos: Yo
no la amo, es él quien la ama. Se expresan celos hacia el varón que
en realidad están orientados hacia las mujeres que se supone que lo aman.
-Delirio de grandeza o
megalomanía: Yo no la amo en absoluto, y no amo a nadie. Solo
me amo a mí misma.
***
Melancolía o psicosis
maníaco depresiva:
La melancolía es una forma de
psicosis que presenta excesivos y crueles autoreproches del superyó y delirio
de insignificancia sobre el yo. Por esto, Freud la distingue del resto de las
psicosis (en las que el conflicto fundamental incurría entre el Yo y el mundo
exterior), explicando que el conflicto ocurre entre el yo y el superyó. La
peculiaridad más notable de la melancolía es su tendencia a volverse del revés
en la manía, un estado que presenta los síntomas opuestos, aunque no toda
melancolía tiene este destino.
Freud compara al duelo con la
melancolía haciendo una salvedad: mientras que el duelo surge a consecuencia de
la pérdida de un objeto real, la melancolía se refiere a la pérdida de un
objeto interno indefinido, que produce a la vez un sentimiento de pérdida en el
yo. Sus semejanzas radican en un sentimiento de desazón, la pérdida del interés
por el mundo exterior, de la capacidad de amar y la inhibición de toda
productividad. Pero la particularidad de la melancolía es: “una rebaja en el
sentimiento de sí que se exterioriza en autorreproches y autodenigraciones y se
extrema hasta una delirante expectativa de castigo” (Freud, 1917: 242). Esto se
expresa en delirios de indignidad y en fenómenos de mortificación (Soler,
1991): el sujeto se concibe como un ser moralmente despreciable y orienta
reproches y denigraciones hacia la espera de repulsión y castigo. Otras
expresiones patológicas que pueden aparecen son el insomnio y el rechazo a
alimentarse, lo que pone en riesgo su integridad física. En contraposición al
duelo, no se trata aquí de que el mundo se haya vuelto “pobre y vacío”, sino
que esto es lo que le sucede al yo.
La manía es la contracara de este
estado, y se caracteriza por alegría desbordante y un júbilo triunfal
ilimitado, hiperproductividad y exaltación de sí y del mundo. Se produce una
inversión de la instancia psíquica predominante: mientras que en la melancolía
es yo es dominado por el superyó a través de los autorreproches que conducen a
su rebajamiento, en la manía el yo domina al superyó tirano y se libera de
todas sus presiones: el yo se rebela frente a la severidad previa del superyó
temporalmente. Las dificultades en el desasimiento y pérdida de los
progenitores “ideales” de la infancia es lo que entraría en juego en la
causación de esta forma de psicosis: la incompletud del Otrx no es
resignificada por el sujeto.
A
diferencia del delirio en las otras formas de psicosis, el delirio melancólico
no ofrece muchas posibilidades de restitución, ya que impide reinvestir nuevos
objetos en una nueva realidad o apelar al apoyo de la fantasía. Por este motivo
el sufrimiento que se experimenta y el predominio de la pulsión de muerte puede
llegar a ser muy elevado en estos casos.
***
Esquizofrenia:
Freud destaca en la esquizofrenia
dos expresiones fundamentales: el delirio de grandeza y la apatía o
extrañamiento de su interés respecto al mundo exterior. A esto último se
refiere con la frase “toda la libido está en el yo”, como contrapartida de este
retiro de la libido de los objetos. A diferencia de la paranoia, la regresión
de la libido llegaría hasta el primer estado de la misma, el autoerotismo. Por
ello, fenómenos vinculados con la pulsión parcial oral son frecuentes. Freud se
pregunta por el destino de la libido sustraída a los objetos en la
esquizofrenia y elabora como respuesta que el delirio de grandeza nació a
expensas de aquella libido sustraída de los objetos. Este delirio vendría a ser
la amplificación y el despliegue de un estado antes existente de predominio del
Narcisismo. También surgen fenómenos corporales, tales como hipocondría,
automutilaciones y sensaciones de despedazamiento. En cuanto al lenguaje, son
comunes la formulación de neologismos, con un significado personal, así como el
entendimiento literal de palabras y frases.
Bibliografía:
- Abinzano, Rodrigo (2018). Aproximación al concepto de esquizofrenia: de la psiquiatría al psicoanálisis. Rev. Investigaciones en psicología Nº23, Fac. de Psicología – UBA, 7-14.
- De Battista, Julieta; Varela, Jesica
y Dinamarca, Mariana (2016). Factores desencadenantes, estructura y función del
síntoma fóbico en la infancia: análisis de dos casos clínicos paradigmáticos.
En Rev.
Latinoam. Psicopat. Fund., São Paulo, 19(3), 403-419.
- Freud, Sigmund (1895a). “Manuscrito H: La paranoia”. En Obras Completas, vol. I (pp. 246-252). Buenos Aires: Amorrortu.
- Freud, Sigmund (1895b). “Manuscrito G. Melancolía”. En Obras Completas, vol. I (pp. 239-246). Buenos Aires: Amorrortu.
- Freud, Sigmund (1911). “Sobre un caso de paranoia descrito autobiográcamente (Schreber)”. En Obras Completas, vol. XII (pp. 1-76). Buenos Aires: Amorrortu.
- Freud, Sigmund (1915a). “Introducción del narcisismo”. En Obras Completas, vol. XIV (pp. 65-98). Buenos Aires: Amorrortu.
- Freud, Sigmund (1915b). “Lo inconciente”. En Obras Completas, vol. XIV (pp. 153-213). Buenos Aires: Amorrortu.
- Freud, Sigmund (1924a). “Neurosis y psicosis”. En Obras Completas, vol. XIX (pp. 151-160). Buenos Aires: Amorrortu.
- Freud, Sigmund (1924b). “La pérdida de la realidad en la neurosis y en la psicosis”. En Obras Completas, vol. XIX (pp. 189-198). Buenos Aires: Amorrortu.
- Freud, Sigmund (1917). “Duelo y Melancolía. En Obras Completas, vol. XIV. Buenos Aires: Amorrortu.
- Freud, Sigmund (1918). De la historia de una neurosis infantil (el “hombre de los lobos”). En Obras Completas, vol. XVII. Buenos Aires: Amorrortu.
- Freud, Sigmund (1916-17). Conferencias de Introducción al Psicoanálisis. Conferencia 23: Los caminos de la formación de síntoma. En Obras Completas, vol XVI. Buenos Aires: Amorrortu Editores.
- Freud, Sigmund (1921). Psicología de las masas y análisis del yo (apartado VII). En Obras completas, vol. XVIII. Buenos Aires: Amorrortu.
- Freud, Sigmund (1932). Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis. Conferencia 32: Angustia y vida pulsional. En Obras Completas, vol. XXII, p. 75-88 y 100-103. Buenos Aires: Amorrortu Editores.
- Miller, Jacques-Alain (2001). Cómo se inventan nuevos conceptos en psicoanálisis. En Virtualia, Revista digital de la Escuela de Orientación Lacaniana Nº3, 2-8.
- Soler, Colette. (1991). Estudios sobre las psicosis. Buenos Aires: Manantial.
- Volta, Luis; Zanassi, Sergio;
Erbetta Anahí y Campodónico, Nicolás (216). “Capítulo 7: Oscilaciones de la
melancolía”. En De Battista, Julieta: Las psicosis en Freud. Buenos
Aires: EDULP.
Consigna del Trabajo Evaluativo Grupal
TRABAJO EVALUATIVO
CUATRIMESTRAL GRUPAL: ANÁLISIS DE LAS ESTRUCTURAS CLÍNICAS Y FORMAS DE
PRESENTACIÓN DE LA NEUROSIS Y LA PSICOSIS A PARTIR DE PELÍCULAS.
Realización: la docente presentará 6 películas, cada una de ellas aborda una de las estructuras clínicas y su forma particular de presentación. La Ficha de cátedra Nº4 será el material que les servirá de guía para la realización del trabajo:
- HISTERIA: “Agosto. Condado de Osage”, Dir. John Wells, 2013.
- NEUROSIS OBSESIVA: “Mejor imposible”, Dir. James Brooks, 1997.
- FOBIA: “El día que me amen”, Dir. Daniel Barone, 2003.
- PARANOIA: “A la folie, pas du tout”, Dir. Lætitia Colombani, 2002.
- PSICOSIS MANÍACO-DEPRESIVA (MELANCOLIA): “Las horas”, Dir. Stephen Daldry, 2002.
- ESQUIZOFRENIA: “Una mente maravillosa”, Dir. Ron Howard, 2001.
Nos distribuiremos de forma tal que cada grupo verá una película, y tendrá una consigna propia de acuerdo a ella. Expondrán lo elaborado en clase y será evaluado en forma de nota conceptual grupal.
Fecha de entrega: 4 de septiembre.
Formato: Exposición en clase.
miércoles, 14 de agosto de 2019
NOMINA DE TIPOS Y SUBTIPOS DE ENFERMEDADES MENTALES DEL MANUAL CIE-10
1) Trastornos mentales orgánicos, incluidos
los trastornos sintomáticos
F00 - Demencia en la enfermedad de
Alzheimer
F01 - Demencia vascular
F02 - Demencia en otras enfermedades clasificadas
F03 - Demencia, no especificada
F04 - Síndrome amnésico orgánico, no inducido por alcohol o por
otras sustancias psicoactivas
F05 - Delirio, no inducido por alcohol o por otras sustancias
psicoactivas
F06 - Otros trastornos mentales debidos a lesión y disfunción
cerebral, y a enfermedad física
F07 - Trastornos de la personalidad y del comportamiento
debidos a enfermedad, lesión
o disfunción cerebral
F09 - Trastorno mental orgánico o sintomático, no especificado
2) Trastornos mentales y del comportamiento debidos al uso de
sustancias psicoactivas
F10 - Trastornos mentales y del comportamiento debidos
al uso de alcohol
F11 - Trastornos mentales y del comportamiento debidos
al uso de opiáceos
F12 - Trastornos mentales y del comportamiento debidos
al uso de cannabinoides
F13 - Trastornos mentales y del comportamiento debidos
al uso de sedantes o hipnóticos
F14 - Trastornos mentales y del comportamiento debidos
al uso de cocaína
F15 - Trastornos mentales y del comportamiento debidos
al uso de otros estimulantes, incluida la cafeína
F16 - Trastornos mentales y del comportamiento debidos
al uso de alucinógenos
F17 - Trastornos mentales y del comportamiento debidos
al uso de tabaco
F18 - Trastornos mentales y del comportamiento debidos
al uso de disolventes volátiles
F19 - Trastornos mentales y del comportamiento debidos
al uso de múltiples drogas y al uso de otras sustancias psicoactivas
3)
Esquizofrenia, trastornos esquizotípicos y trastornos delirantes
F20 - Esquizofrenia
F21 - Trastorno esquizotípico
F22 - Trastornos delirantes persistentes
F23 - Trastornos
psicóticos agudos y transitorios
F24 - Trastorno delirante inducido
F25 - Trastornos esquizoafectivos
F28 - Otros trastornos psicóticos de origen no orgánico
F29 - Psicosis
de origen no orgánico, no especificada
4)
Trastornos del humor [afectivos]
F30 - Episodio maníaco
F31 - Trastorno afectivo bipolar
F32 - Episodio
depresivo
F33 - Trastorno depresivo recurrente
F34 - Trastornos del humor [afectivos] persistentes
F38 - Otros trastornos del humor
[afectivos]
F39 - Trastorno del humor [afectivo],
no especificado
5)
Trastornos neuróticos, trastornos relacionados con el estrés y
trastornos somatomorfos
F40 - Trastornos
fóbicos de ansiedad
F41 - Otros trastornos de ansiedad
F42 - Trastorno obsesivo-compulsivo
F43 - Reacción al estrés grave y trastornos de adaptación
F44 - Trastornos disociativos [de conversión]
F45 - Trastornos somatomorfos
F48 - Otros trastornos neuróticos
6) Síndromes del
comportamiento asociados con alteraciones fisiológicas y factores físicos
F50 - Trastornos de la ingestión de alimentos
F51 - Trastornos no orgánicos del sueño
F52 - Disfunción sexual no ocasionada por trastorno ni enfermedad
orgánicos
F53 - Trastornos mentales y del comportamiento asociados con el
puerperio, no clasificados en otra parte
F54 - Factores psicológicos y del comportamiento asociados con
trastornos o enfermedades clasificados en otra parte
F55 - Abuso de sustancias que no producen dependencia
F59 - Síndromes del comportamiento asociados con alteraciones
fisiológicas y factores físicos, no especificados
7) Trastornos de la personalidad y del comportamiento en adultos
F60 - Trastornos específicos de la personalidad
F61 - Trastornos mixtos y otros trastornos de la personalidad
F62 - Cambios perdurables de la personalidad, no atribuibles a
lesión o a enfermedad cerebral
F63 - Trastornos de los hábitos y de los impulsos
F64 - Trastornos de la identidad de género
F65 - Trastornos de la preferencia sexual
F66 - Trastornos psicológicos y del comportamiento asociados
con el desarrollo y con la orientación sexuales
F68 - Otros trastornos de la personalidad y del comportamiento
en adultos
F69 - Trastorno de la personalidad y del comportamiento en
adultos, no especificado
8) Retraso mental
F70 - Retraso mental leve
F71 - Retraso mental moderado
F72 - Retraso mental grave
F73 - Retraso mental profundo
F78 - Otros tipos de retraso mental
F79 - Retraso mental, no especificado
9) Trastornos del desarrollo psicológico
F80 - Trastornos específicos del desarrollo del habla y del
lenguaje
F81 - Trastornos específicos del desarrollo de las habilidades
escolares
F82 - Trastorno específico del desarrollo de la función motriz
F83 - Trastornos específicos mixtos del desarrollo
F84 - Trastornos generalizados del desarrollo
F88 - Otros trastornos del desarrollo psicológico
F89 - Trastorno del desarrollo psicológico, no especificado
10) Trastornos emocionales y del comportamiento que aparecen
habitualmente en la niñez y en la adolescencia
F90 - Trastornos hipercinéticos
F91 - Trastornos de la conducta
F92 - Trastornos mixtos de la conducta y de las emociones
F93 - Trastornos emocionales de comienzo específico en la niñez
F94 - Trastornos del comportamiento social de comienzo
específico en la niñez y en la
Adolescencia
F95 - Trastornos por tics
F98 - Otros trastornos emocionales y del comportamiento que
aparecen habitualmente en
la niñez y en la adolescencia
F99 - Trastorno mental no especificado
viernes, 9 de agosto de 2019
Lecturas para la clase del 14/8 (se pasó para el 21/8)
En esta clase vamos a ver la crítica hacia el DSM V de Allen Frances, uno de los psiquiatras que participó en la elaboración de la cuarta versión del DSM. Son dos notas que salieron en la prensa digital:
https://www.topia.com.ar/articulos/prepar%C3%A9monos-lo-peor-esta-venir-dsm-v-una-pandemia-trastornos-mentales
https://elpais.com/sociedad/2014/09/26/actualidad/1411730295_336861.html
https://www.topia.com.ar/articulos/prepar%C3%A9monos-lo-peor-esta-venir-dsm-v-una-pandemia-trastornos-mentales
https://elpais.com/sociedad/2014/09/26/actualidad/1411730295_336861.html
DSM V Y CIE 10
Dejo los links del Manual estadístico de enfermedades mentales (DSM - V):
http://www.eafit.edu.co/ninos/reddelaspreguntas/Documents/dsm-v-guia-consulta-manual-diagnostico-estadistico-trastornos-mentales.pdf
y de la Clasificación internacional de enfermedades y problemas relacionados con la salud (CIE - 10):
http://ais.paho.org/classifications/Chapters/pdf/Volume1.pdf
http://www.eafit.edu.co/ninos/reddelaspreguntas/Documents/dsm-v-guia-consulta-manual-diagnostico-estadistico-trastornos-mentales.pdf
y de la Clasificación internacional de enfermedades y problemas relacionados con la salud (CIE - 10):
http://ais.paho.org/classifications/Chapters/pdf/Volume1.pdf
lunes, 5 de agosto de 2019
CLASE Nº8 · 7 de agosto.
Buen retorno a la cursada para todxs. En esta clase vamos a leer dos textos.
En primer lugar la ficha de cátedra Nº3 que subí al grupo de facebook y también se encuentra en la entrada anterior al blog. Contiene aclaraciones y complementos respecto de las estructuras clínicas que vimos en el bloque temático Nº2 (Neurosis y psicosis). Este material intenta abordar algunas de las dudas planteadas en las últimas clases.
En segunda instancia, vamos a iniciar la lectura del primer texto del Bloque temático Nº3: "Semiología psiquiátrica, esquema de trastornos y elementos para el diagnóstico.", desde una posición crítica a la psiquiatría hegemónica actual. El texto a leer es:
"El DSM-V o el avance de la psiquiatrización de la vida cotidiana. Reflexiones con y desde el psicoanálisis", de LEONARDO LEIBSON
El link --------------------> http://intersecciones.psi.uba.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=210:el-dsm-v-o-el-avance-de-la-psiquiatrizacion-de-la-vida-cotidiana-reflexiones-con-y-desde-el-psicoanalisis&catid=15:actualidad&Itemid=1
En primer lugar la ficha de cátedra Nº3 que subí al grupo de facebook y también se encuentra en la entrada anterior al blog. Contiene aclaraciones y complementos respecto de las estructuras clínicas que vimos en el bloque temático Nº2 (Neurosis y psicosis). Este material intenta abordar algunas de las dudas planteadas en las últimas clases.
En segunda instancia, vamos a iniciar la lectura del primer texto del Bloque temático Nº3: "Semiología psiquiátrica, esquema de trastornos y elementos para el diagnóstico.", desde una posición crítica a la psiquiatría hegemónica actual. El texto a leer es:
"El DSM-V o el avance de la psiquiatrización de la vida cotidiana. Reflexiones con y desde el psicoanálisis", de LEONARDO LEIBSON
Ficha de cátedra Nº3. Aclaraciones y complementos sobre las estructuras clínicas freudianas.
FICHA DE
CÁTEDRA Nº3. Cierre del bloque 2. Aclaraciones y complementos sobre las
estructuras clínicas freudianas.
Para
comprender la psicopatología y la estructuración subjetiva partimos de la
concepción de la incompletud humana, por la cual el ser humano no nace ya subjetivizado.
La subjetividad se construye y se produce en el encuentro con los otros, que transforman
ese ser viviente en sujeto: a ese acontecer se le llama en psicoanálisis “constitución
subjetiva”. Se produce la estructuración de la subjetividad mediante el
atravesamiento de ese conflicto sociocultural que estudiamos como “Complejo de
Edipo”, cuya salida implica la entrada en la cultura, en el lenguaje y el uso
de la palabra. Esta conflictiva inicia desde los primeros momentos de la vida y
tiene un cierre provisorio entre los 5 y 6 años. En la pubertad y adolescencia
se reactualiza, y marca todo el ciclo vital de cada persona.
La
psicopatología remite a esa constitución y estructuración subjetiva, al
atravesamiento de ese complejo de Edipo y a cómo se pone en juego en la historia
personal. La constitución subjetiva se refiere a la constitución del aparato
psíquico, de la identidad, del vínculo con lxs otrxs, las normas culturales, la
sexualidad, el recorrido pulsional, el despliegue del deseo.
Las Estructuras
Clínicas planteadas por el psicoanálisis son tres, la cuales, a su vez, pueden
asumir distintas formas:
|
ESTRUCTURA
|
MODALIDAD
|
|
Neurosis
|
Histeria
Neurosis obsesiva
Fobia
|
|
Psicosis
|
Esquizofrenia
Paranoia
Psicosis Maníaco depresiva
|
|
Perversión
|
Fetichismo ((como ejemplo paradigmático)
|
Nos vamos
a focalizar en el estudio de las dos primeras (neurosis y psicosis). En ambas,
podemos delimitar vertientes ligadas a la salud y a la enfermedad. Vimos que la
posibilidad de conformar vínculos, de trabajar o estudiar, de desarrollar
actividades culturales, sociales, de aprender a realizar nuevas actividades, son
todas expresiones de la salud. La enfermedad se expresa como un elevado gasto
psíquico, como un sufrimiento que supera las barreras de lo tolerable, como una
arremetida de la compulsión a la repetición sin freno, como un estancamiento o
fijación del recorrido o circuito de la pulsión, como un conflicto entre
instancias psíquicas que conlleva un padecimiento.
La
psicopatología, aunque se exprese en la adolescencia y en la adultez, se vincula
con esa estructuración subjetiva previa. Los primeros momentos y años de vida son
fundamentales porque se producen todas las operaciones referidas a ello: la
división de las instancias psíquicas, el recorrido de las pulsiones parciales,
la representación y la simbolización, la constitución del cuerpo, de la imagen
corporal, de la identidad, la asunción o no como sujetos barrados (incompletos,
atravesados por un deseo, por un objeto que falta), la posibilidad de
identificarnos como semejantes de un otrx y de ingresar al orden simbólico
cultural.
¿Cómo se
produce esta subjetivación? El o los primerxs otrxs, la madre, o quien
corporice esta función, al mirar, al amamantar, al hablar, al cuidar, al tocar
a su bebé, lo libidiniza, organiza la pulsión sexual en el cuerpo del bebé: “configurando
un ritmo de presencias y ausencias que le otorga al recién nacido una
permanencia (una primera unificación corporal) necesaria para su estructuración.
Es por ello que un cuerpo se pulsionaliza a partir de la demanda de amor del
Otro” (Levín, 1996). Es el Otro quien le otorga una sensación de unidad al recién
nacido frente a su dispersión fisiológica, corporal y psíquica. El Otro es un
espacio simbólico cultural encarnado por sucesivas figuras.
El
encuentro con el Otro produce esa vivencia mítica de satisfacción que queda
como huella para encuentros posteriores, que a la vez se asemejan y se
diferencian de esa primera vivencia. La sensación de encuentro con el objeto,
con el Otro y de calma del malestar corporal previo quedan como una marca que
otorga un sentido y permite erogenizar el cuerpo, organizar el tono muscular,
la postura, y queda como vestigio para el futuro movimiento del deseo. Esta
experiencia marca las siguientes y las dificultades que pueda haber en esta
serie van a provocar fallas en la estructuración psíquica o psicopatologías. Se
establece también el llamado como demanda de amor que permite luego la
constitución del deseo.
Veamos lo
que plantea Enrique Carpintero con relación a esta cuestión:
“El ser humano nace en unas condiciones de inadaptación entre su organismo y el medio, que generan una absoluta dependencia del niño con sus padres. Las consecuencias de este hecho marcan una estrecha relación entre el nacimiento y la muerte. De esta manera, como planteo en otro texto, en este periodo hay una relación fusional entre el niño y la madre. El poder soportar la angustia de muerte que padece el niño va a permitir que la madre genere su capacidad de amor. De esta manera crea lo que denomino el espacio-soporte de la muerte como pulsión, que va a posibilitar el necesario proceso de catectización libidinal. Es decir, la madre va a poder dar el amor que requiere el niño para su desarrollo en la medida que pueda soportar la angustia de muerte que este padece, y que se manifiesta en una permanente demanda de atención. El amor es consecuencia de poder soportar la emergencia de lo pulsional que trae el niño, caso contrario aparecerá un agujero en lo simbólico con ulteriores consecuencias psíquicas”.
Ese agujero en lo simbólico se
refiere a la estructura psicótica, en la cual falla la simbolización de un
fragmento de la realidad que se refiere a la incompletud del Otro, y por ende, también
del sujeto. Esta falla tiene múltiples consecuencias psíquicas, algunas de las
cuales, como los delirios y las alucinaciones, son expresión de esa falla y
también su intento de reparación.
De acuerdo a Nasio (1993) en la neurosis el
sujeto se defiende de un goce absoluto: “El goce intolerable se convierte en
trastornos del cuerpo en el caso de la histeria, se desplaza como alteración
del pensamiento en la obsesión, y se expulsa, para retornar de inmediato como
peligro exterior, en la fobia” (Nasio, 1991, p.23).
El mecanismo propio de la neurosis es la
represión, que opera apartando de la conciencia una representación de una
moción pulsional del Ello, inconciliable para el Yo ya que entra en conflicto
con exigencias de la realidad y del superyó. El pensamiento ligado a esa
representación es movido hacia el inconciente pero el afecto (la carga
libidinal) ligado a ella permanece, y tras una desfiguración del contenido
psíquico se transforma en el síntoma.
El mecanismo de la psicosis es el rechazo o
desestima de la realidad. Freud lo define de la siguiente forma en el año 1894:
“El contenido de una tal psicosis alucinatoria consiste precisamente en la acentuación de la representación, amenazada por el motivo de la enfermedad. Puede, por tanto, decirse que el yo ha rechazado la representación intolerable por medio de la huida a la psicosis. El yo se separa de la representación intolerable, pero éste se halla inseparablemente unida a un trozo de la realidad, y al desligarse de ella, el yo se desliga también, total o parcialmente de la realidad. Esto último es, a mi juicio, la condición para reconocer a las propias representaciones vida alucinatoria, y con ello cae el sujeto, una vez alcanzada la repulsa de la representación intolerable, en la locura alucinatoria" (Freud, 1894/1981, p.176).
En
comparación con la represión, este mecanismo de la psicosis actúa de forma
mucho más “enérgica y eficaz”: “el yo rechaza (Verwerfung) la representación
intolerable conjuntamente con su afecto y se conduce como si la representación
no hubiese jamás llegado a él. En el momento en que esto queda conseguido
sucumbe el sujeto a una psicosis que hemos de calificar locura alucinatoria”
(Freud, 1984/1981, p.179).
En la
psicosis no se habla de síntomas, sino de «fenómenos elementales», que pueden
referirse a tres órdenes:
-el automatismo
mental: “la irrupción de voces, del discurso de otros, en la más íntima esfera psíquica”
(Miller, 1997, p. 24).
-corporal:
“fenómenos de descomposición, de despedazamiento, de separación, de extrañeza,
con relación al propio cuerpo” (Miller, 1997, p. 24). Pueden implicar
distorsiones en el tiempo y el espacio, una desorientación al respecto.
-fenómenos
que conciernen al sentido y a la verdad: pueden incluir la vivencia de experiencias
inefables cuya certeza es absoluta, ya sea con respecto a su identidad –“yo soy
Simón Bolívar”-hostilidad -”mi familia me quiere envenenar”-, o expresiones de
sentido o significación personal -tales como experiencias sobrenaturales. En
otras palabras, ocurre “cuando el paciente dice que puede leer, en el mundo, signos
que le están destinados, o que contienen una significación que él no puede
precisar, pero que le están dirigidos exclusivamente a él” (Miller, p. 25).
Para el
caso de la neurosis, es común el repliegue en la fantasía y el retiro de la
realidad. De acuerdo a Lacan, los sujetos neuróticos “han sustituido los objetos
reales por otros imaginarios basados en recuerdos o han mezclado ambos y, por
otro lado, han renunciado a realizar los actos motores necesarios para la
consecución de sus fines con tales objetos. (Lacan, 1954/ 1990, p.68).
Para el
caso de la psicosis, surgen las alucinaciones, los delirios o los crueles autorreproches
como creación de una realidad nueva, propia del psicótico, que no es compartida.
En cuanto al vínculo con la realidad, en la psicosis se produce lo que Freud
llama “embotamiento afectivo”, el retiro de la libido de las personas y de los
objetos del mundo exterior que puede llegar hasta “la pérdida de todo interés hacia
el mundo exterior” (Freud, 1923/1981). Nasio (1996) agrega que, debido a esto,
la energía de la libido se estanca en el yo.
Por
último, cabe destacar que distintas las expresiones de la psicopatología no son exclusivas
de una estructura, es decir, puede haber alucinaciones o delirio también en la
neurosis, o conductas perversas que no signifiquen una perversión. A diferencia
de la perspectiva psiquiátrica, que parte de una lista de síntomas para definir
luego el “cuadro”, desde el psicoanálisis se parte de la premisa de que no son
los síntomas los que determinan la estructura, sino la estructura es la que le
da sentido a los síntomas o fenómenos elementales. Por ello, es fundamental conocer
la estructura clínica para comprender el lugar y el sentido que tienen esas
expresiones psicopatológicas en cada sujeto particular y cómo abordarlos.
Referencias
bibliográficas:
-Carpintero,
E. (2000). De la clínica de lo negativo al trabajo con la pulsión de muerte.
Revista Topía. https://www.topia.com.ar/articulos/clínica-lo-negativo-al-trabajo-pulsión-muerte
-Freud,
S. (2006). Obras Completas. Buenos Aires: Amorrortu Editores.
-Lacan,
J. (1954/1990). Seminario
I, Los escritos técnicos de Freud.
Buenos Aires, Argentina: Paidós
-Lacan, J. (1956/2004). Seminario 3, Las psicosis. Buenos Aires, Argentina: Paidós.
-Levin E. (1996). La infancia en
escena. Constitución del sujeto y desarrollo psicomotor. Buenos Aires: Paidós.
-Miller, J-A. (1997). Introducción al método
psicoanalítico. Buenos
Aires, Argentina: Paidós.
-Nasio,
J. D. (1991). El
dolor de la histeria. Buenos
Aires, Argentina: Paidós.
-Nasio,
J. D. (1993). Cinco
lecciones sobre la teoría de Jaques Lacan.
Barcelona, España: Editorial Gedisa.
-Nasio,
J. D. (1996). Enseñanza
de 7 conceptos cruciales del psicoanálisis.
Barcelona, España: Editorial Gedisa.
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